El 8 de agosto se estrenó Isidora, documental sobre la destacada dramaturga Isidora Aguirre (1919-2011). A propósito, se presenta la entrevista a la escritora Andrea Jeftanovic, biógrafa, y Nicolás Superby, codirector del documental...
Isidora Aguirre Tupper (1919-2011) es la dramaturga chilena más prolífica. Autora de más de 40 piezas teatrales, entre las cuales se ubica La pérgola de las flores, el musical más famoso en Chile. También publicó cuentos, libros para niños y las novelas: Doy por vivido todo lo soñado (1987), Carta a Roque Dalton (1990), Santiago de diciembre a diciembre (1998), Balmaceda. Diálogos de amor y muerte (2008) y Guerreros del sur (póstuma 2011).
Fue una estudiosa de la historia y el teatro
latinoamericano. Al igual que Bertold Bretch desarrolló una dramaturgia social
de marcado sentido crítico, reflexivo y también épico. Es recordada por sus cercanos
como una mujer con un agudo sentido del humor, vanguardista, que supo vivir su
vida contra las convenciones de su época. Gran viajera, conoció a las
personalidades más relevantes de su época y fue testigo privilegiada de la
historia latinoamericana del siglo XX. Observó el surgimiento de los grandes
movimientos sociales que llevaron al triunfo del Presidente Salvador Allende y
la coalición de partidos que formaron su gobierno: la Unidad Popular,
participando activamente de la campaña a través de sus obras, e ingresó al
Partido Comunista, en profunda sintonía con las ansias de un futuro justo para
Chile:
“Resumo lo que era mi principal preocupación social en una frase que puse en boca de una campesina
en la obra Los que van quedando en el
camino, cuando declara que es comunista y le preguntan sus hermanos qué significa eso para
ella. Responde: “Es pelear para que cada niño que nazca tenga techo y comida y se
le venga facilito el porvenir” (Conversaciones
con Isidora Aguirre, 2009).
Durante la dictadura, perdió su trabajo en las
universidades públicas y viajó por América Latina haciendo clases en Ecuador,
Colombia y México. Siguió con sus investigaciones, publicando artículos y
libros. Activa hasta el último momento de su vida. Murió el 25 de febrero del
2011, y fue largamente homenajeada en su funeral.
El año 2007 Frontera Sur Ediciones (casa
editora dedicada al teatro y la dramaturgia) publicó Antología Esencial. 50 años de dramaturgia, donde se ofrecía a los
lectores 14 obras destacadas pertenecientes a los
diferentes registros que Isidora Aguirre exploró: piezas históricas, políticas,
musicales, y algunas inéditas. En 590 páginas se señalaban momentos cumbres del
teatro chileno y latinoamericano.
En el 2009 la misma casa editora publica Conversaciones con Isidora Aguirre, escrito por Andrea Jeftanovic,
libro que recopiló detalles inéditos de la poética y la vida de la dramaturga,
realizado con reuniones de más de tres años, que quedaron marcados por una
linda amistad. Es la investigación más completa que se haya desarrollado sobre
la autora, ya que Jeftanovic revisó la totalidad de archivos disponibles y en
este proceso estuvo acompañada de la autora.
Conversaciones
con Isidora Aguirre aborda la
tensión que generó la selección de Isidora y sus ganas de quedar en la historia
como una “mujer ponderada”, frente a las ganas de contar capítulos
impresionantes en su vida. Es un libro atractivo porque está escrito con varias
voces, entre las reflexiones de Andrea Jeftanovic, el relato de Isidora
Aguirre, los pasajes de las obras y los testimonios de contemporáneos. Ambas
escritoras se alejaron del sensacionalismo y se enfocaron en la obra, en la
poética. Teniendo presente que Isidora Aguirre conoció a Ernesto Guevara, Pablo
Neruda, Salvador Allende y Roque Dalton (con quien tuvo un intenso romance)
entre muchas otras personas claves en la historia de América Latina, el libro
podría haber estado plagado de indiscreciones y testimonios, pero las anécdotas
solo fueron incluidas cuando afectaban una obra. Lo mismo sucede con el recientemente
estrenado documental Isidora.
Justamente este pasado 8 de agosto del 2013 se estrenó
Isidora en el Cine Normandie, que celebró sus 31 años de
existencia con esta obra. Lejos de ser una visión familiar sobre la autora, ya
que el creador del film es su sobrino-nieto, Isidora es un documental analizado desde la dramaturgia, la
historia y el arte. Afortunadamente narrado desde primera persona, el
documental muestra aspectos claves y actuales de siete obras. Esto se logra
gracias al ingenioso método que trabaja la película alternando el relato de uno
de los diarios de vida, con montajes de las obras especialmente realizados para
este documental, en los que participan actores destacados del teatro chileno,
protagonizado de manera magistral por Claudia Cabezas. Al igual que el libro de
Andrea Jeftanovic, que dicho sea de paso participa también en el documental, se
abordan los encuentros pertinentes entre
personajes notables e Isidora Aguirre para entender la obra.
A propósito de este documental, en un encuentro
con Andrea Jeftanovic, biógrafa, y Nicolás Superby, codirector del documental
junto a Christian Aylwin, conversamos sobre Isidora.
Carla Ulloa: El libro y la
película comparten el hábil abordaje de la obra de Isidora Aguirre, no se
quedan en la típica mirada sobre una genio dramática y estigmatizada
Andrea Jeftanovic: A todos los escritores los marca la relación con
personas notables de su época pero Isidora en la esfera escrita era reservada
(para conversar no), no caía en lo fácil ni en la queja permanente ni en el
escándalo o el comidillo. En las mujeres encuentro peligroso caer en eso de
resaltar detalles de la vida personal, por ejemplo, contar sus amores y desamores y dejar su trabajo, su proyecto
artístico, en segundo plano. Como he estudiado bastante la vida de Isidora conozco
a veces las razones personales que condujeron sus procesos creativos (demora,
interlínea, penas, etc) pero prevaleció en el libro, sistematizar su
metodología, sus experiencias. A mí es una pregunta que me da vueltas. Ella fue
una mujer que vivió más allá de las tradiciones, tenía una cabeza y un corazón
muy libre, y eso respecto a la crianza de los hijos, las relaciones de pareja.
Y, además, Isidora era muy sabia,
astuta, y costarle quebrarle “el guión”, sabía lo que valía.
Carla Ulloa: Hay una excepción
notable, es Locas Mujeres, la
historia de amor entre Gabriela Mistral y Doris Dana, un film excelente que
revela un lado desconocido
Andrea Jeftanovic: Claro, me encantó. Pero Mistral ha sido muy
estudiada, y podría estarlo más, pero la vida personal vino después del estudio
de su obra, es más interesante ese recorrido. Su obra alcanzó a pararse y
cincuenta años después tenemos una mirada a su relación amorosa, lésbica.
Isidora fue cautelosa con muchos amores desconocidos. Pero en esa línea a mí me
encantaría hacer una edición crítica de sus diarios de vida, escribía todo
desde muy joven, sus pensamientos, sus preguntas, su proceso de escritura, sus
relaciones de amistad y amor. Son diarios muy finos, honestos, algunos con
ilustraciones. En esos diarios hay rico contrapunto entre el personaje público
(con vocación social y política) con un mundo interior más inquieto,
atormentado, contradictorio. Abordan también sus amores y desamores, sus
estadías en Europa y América Latina, y sus diarios de trabajo sobre cada obra
que compuso. Espero tener el apoyo de alguna editorial.
Carla Ulloa: La película y el
libro son un excelente complemento en eso, sería bueno reeditarlo
Andrea Jeftanovic: Me encantaría reeditarlo y complementarlo. Mezclar
géneros, que adquiriera más espacio sus archivos visuales. Es más armé el
proyecto combinando las mejores ponencias de su homenaje con bastante material
visual, la maqueta del libro está lista pero quedamos detenidos en el
financiamiento. Creo que junto
con la película se podría hacer una retroalimentación muy interesante alrededor
de esta figura. Soy parte de una generación de gente joven, que se interesó en
la figura de Isidora, y que por azar nos fuimos encontrando y trabajando en
común. Es el caso Francisco Albornoz en su editorial Frontera Sur, de Guillermo
Calderón, que había sido su alumno y montó una obra para el Teatro a mil, luego
escuché de un sobrino de Isidora (Nicolás Superby) que llevaba años con la idea
del documental. Fue una especie de revival
que me tocó participar desde las letras y fue bonito. Nadie había montado Los que van quedando en el camino hace
como 40 años, nadie había publicado su obra completa, por lo que surgieron
estos proyectos.
Carla Ulloa: Con este documental
seguramente será mucha la gente que se vea atraída por los libros de Isidora y
tu libro, por las fotografías que aparecen en la película y que están en tu
libro
Andrea Jeftanovic: Y quedan muchos archivos por catalogar todavía
(cartas, fotografías, diarios, guiones, manuscritos) pero ha faltado el apoyo
económico para estos proyectos. Cuando hicimos el homenaje hubo ponencias muy
buenas y un archivo visual.
Carla Ulloa: Contabas en el libro
que Isidora nunca se ganó un Fondart. ¡Insólito!
Andrea Jeftanovic: Es curioso, por un lado era muy reconocida y querida,
y al mismo tiempo, no tuvo apoyo oficial ni fue merecedora del Premio Nacional
Artes de la Representación cuando le sobraban méritos y trayectoria. Isidora
fue famosa desde los años 60 con La
Pérgola, hubo medio siglo para premiarla pero siempre había alguien más
para premiar…. Lo diré con todas las letras, ese hecho es una vergüenza
nacional. Yo me gané junto a ella dos Fondart, pero la falta del apoyo oficial para
su trabajo teatral fue una pena. Como fue una persona longeva los pares ya no
estaban y las disciplinas, desafortunadamente, se mueven por circuitos, ella
quedó huérfana, no tenía pares que la acompañaran.
Carla Ulloa: Eres escritora ¿te
parece resuelto el lazo genealógico entre las escritoras chilenas actuales y
las predecesoras? Y enseguida te planteo otra interrogante, profundizaste mucho
en la poética de Isidora, en su método para escribir ¿crees que ahí hay una
búsqueda de genealogía?
Andrea Jeftanovic: En algún punto sí porque uno siempre está leyendo a
sus antecesores. Es arrogante pensar que uno está creando una poética de la
nada, las poéticas vienen desde atrás y generan diálogos, lo que uno hace es
intentar ver una poética con la que tiene sintonía y luego hacer un desvío.
Creo que yo escribo muy distinto a Isidora Aguirre pero me interesa conocer
esas otras escrituras con las que yo continúo conversando. No sé el motivo pero
en en el mundo público en general estas escritoras son más invisibles, han sido
estudiadas en la academia pero las ensayistas actuales, investigadoras, pero
figuran menos en los espacios público, de no especialistas
Carla Ulloa: Cuando tu libro
salió ¿Cómo fue la recepción?
Andrea Jeftanovic: A nivel académico, muy bien, tiene unas reseñas
bellas de Raquel Olea y Mauricio Barría, espacio en la revista Nomadías, en las publicaciones de Casa
de las Américas. A nivel prensa fue decepcionante, solo hubo una reseña breve en
un diario. Yo pensaba ella es tan grande como Nicanor Parra pero no tuvo jamás
lo que el poeta consigue. Pero el libro ha tenido un lindo circuito, siempre
recibo excelentes comentarios personales.
Carla Ulloa: Es muy entretenido y
rápido de leer. Y en el resto de América Latina ¿circuló?
Andrea Jeftanovic: Poco porque la editorial es pequeña, poco alcance,
poca prensa. Se agotó la edición y es difícil de conseguir hoy. Me contactaron
actores, de compañías de teatro y en las universidades pero quedó en ese
circuito, algunos actores lo leyeron y quedaron muy emocionados por recorrer
esa época de los años 1950.
Carla Ulloa: Claro, este libro
aborda la época de oro del teatro en Chile
Andrea Jeftanovic: Fue una época en el que el teatro fue un fenómeno muy
masivo, con funciones dobles, con cuadras de filas para ver una obra y ahora es
tan distinto, muy atomizado.
Carla Ulloa: Isidora Aguirre hizo
un gran trabajo histórico, al recomponer lenguajes, contextos históricos y
problemáticas chilenas. La película deja la imagen a los espectadores de que
estas reconstrucciones están profundamente relacionadas al momento histórico
que Chile vivía en la época, el de una sociedad crecientemente polarizada hacia
la década de 1960 y dónde gran parte de los artistas, especialmente los
escritores, se comprometieron con el proyecto de la Unidad Popular. Estas
“obras que valen por 100 discursos políticos”, según tu perspectiva, son de emergencia ¿por qué escogiste esa
palabra para titular este capítulo? Me quedó dando vuelta la palabra emergencia
como una necesidad pero también como algo que va surgiendo y no se puede
acallar, como toda esa fuerza telúrica que se desató con la llegada de la
Unidad Popular al poder.
Andrea Jeftanovic: Fue un concepto que la misma Isidora me planteó así.
Tiene que ver con que varias de sus obras políticas fueron encargadas a partir
de un problema, por ejemplo, Lautaro.
En los años ochenta la comunidad mapuche se ve amenazada por la ley que va a
dictar Pinochet, le encargan esta obra y ella escribe con su método brechtiano. Se va atrás en la historia y
hace un eco con el presente. En la época de la reforma agraria, aparece Los que van quedando en el camino, justo
en el preámbulo a la Unidad Popular, con el cuestionamiento sobre la propiedad
y la redistribución de la tierra. Entonces ella va a Ranquil, año 1930, pero al
mismo tiempo está hablando sobre Frei y la reforma agraria. Entonces ella pensó
este teatro para el contexto y la contingencia, emergente en ese sentido. Un
hecho del pasado hablara en este presente, un teatro muy vinculado a los
problemas políticos de la actualidad del artista.
Carla Ulloa: Político y
humorístico. Tu libro y la película tienen mucho humor
Andrea Jeftanovic: Isidora era bien dicharachera, no se aproblemaba
mucho, muy optimista. Me sacó el prejuicio sobre las mujeres mayores, Isidora
era genuinamente muy abierta de mente, nada le espantaba. Ella decía que mucho
del humor de sus obras lo aprendió del mundo popular, de su dignidad. Es
interesante la combinación entre un humor inteligente y comprometido
políticamente, no es el humor de una persona frívola. Y, como todo el mundo,
tenía personas que no soportaba, con quien tuvo conflictos pero los borraba de
su vida, en ese mundo había editores, colegas teatreros, etc. Era muy honesta,
si algo no le parecía era dura y tajante. Pero prevalecía una mujer cálida,
gozadora y con una liviandad marcada por este humor.
Carla Ulloa: La película tiene
eso marcado, cada cierto tiempo el público se reía muchísimo
Nicolás Superby: Mucha gente dice cómo me perdí a este personaje. Con el
documental nos lanzamos sin nada, todo hecho entre nosotros y enfrentarnos a la
crítica entre varios estrenos.
Andrea Jeftanovic: Existe posibilidad que la pasen en televisión
Nicolás Superby: La estamos promoviendo
Carla Ulloa: ¿Dónde más han
estado?
Nicolás Superby: En Vicuña, unos chicos que son profesores de historia
supieron de la película y nos invitaron. El 27 de agosto se estrena en Berlin.
Nos ganamos el primer lugar en el festival de Coquimbo, vamos a Valparaíso.
Andrea Jeftanovic: Los que van
quedando en el camino también se presentó en Alemania. En Cuba es muy
conocida la obra y la figura de Isidora Aguirre.
Carla Ulloa: Por el lado
educativo se pueden abrir muchos espacios. El movimiento estudiantil se apoya
mucho en nuestra historia, y en La
pérgola de las flores la unión que ustedes hacen en la película entre
trabajadores y estudiantes es decidora ¿Te imaginas haciendo una gira en
liceos, universidades y colegios?
Nicolás Superby: Nos encantaría. Estuvimos en el Liceo Experimental
Manuel de Salas y en el Cine Normandie
se están haciendo funciones para colegios. Nos parece genial que se le de una
vuelta a La pérgola de las flores,
cuando los niños la hacen en los colegios. Tuvimos una exposición para
profesores un día sábado y llegó mucha gente. Se proyecta que Isidora continúe el 2014 en el Normandie.
Carla Ulloa: ¿Cómo se difunde Isidora?
Nicolás Superby: Lo que nos ha pasado es que la película ha corrido por
sí sola, la gente ha irradiado. Nosotros mismos somos los distribuidores, no
tenemos recursos destinados a difusión, publicidad, afiches, todo ha sido por
nuestra cuenta y estamos aprendiendo de esto. Recibimos un fondo audiovisual,
pero con eso rodamos, el fondo se acabó hace dos años. Es muy difícil poder llegar a los cines con
este proyecto, que es un documental biográfico, estamos fuera de la corriente.
Carla Ulloa: ¿Qué reacciones
provoca en las mujeres tu película?
Nicolás Superby: Las mujeres jóvenes, muchas que estudian arte, dicen
“yo me deprimo no soy capaz de hacer tanto y ella mira lo que hizo”.
Carla Ulloa: Leí por ahí que el
proyecto Isidora comenzó el 2008, y
que lo había gatillado el hallazgo de cintas en 8 milímetros de tu
padre, donde aparecía Isidora Aguirre, coincidiendo también con la antología de
su obra.
Nicolás Superby: Ese es un error, las películas las filmaban mi abuelo,
el padre de Isidora.
Carla Ulloa: Has relatado también
que al principio ella no quiso aceptar tu invitación para crear un film, pero
luego se entusiasmó y entremedio Isidora falleció ¿Cómo ves tu proyecto ahora?
Nicolás Superby: Son varias cosas, en primer lugar, cuando partió el
proyecto Isidora estaba sumamente vital, yo me imaginaba que iba a estar con
ella mucho tiempo y lamentablemente estuvimos dos jornadas de grabación en su
casa y murió, casi a punto de cumplir 92 años. Empezamos a grabar sin fondos.
Cuando murió fue muy complicado el duelo, con todo el cariño. Al mismo tiempo
registramos el funeral. No sabíamos que iba a pasar con el proyecto. La
sensación que tengo ahora es de mucha felicidad y tranquilidad, hacer cine es
meterse en un tremendo rollo, hay momentos de angustia. Es muy proceso muy
largo. El 2008 comenzó la idea, a principios del 2009 teníamos un primer guión
breve. Después había que leerse todo: las obras, los diarios íntimos, las
novelas, las entrevistas, material de archivo, las fotografías.
Carla Ulloa: La familia de
Isidora era sumamente artística…
Nicolás Superby: Fue una motivación importante, conocí todas las raíces.
Mi bisabuela, la madre de Isidora era una gran pintora, por su casa pasó
Gabriela Mistral, Vicente Huidobro, Pablo Neruda, Juan Francisco González,
Boris Gregoriev, Siqueiros. Con un grupo de mujeres que hacían sesiones de
espiritismo, una locura de casa, dan ganas de contarlo todo pero es tanta la
información y tuvimos que tomar decisiones. La película finalmente fue contar
la historia de Isidora a través de los escritos, de las obras.
Carla Ulloa: Tu película no es la
historia de tu familia sino la obra de Isidora Aguirre
Nicolás Superby: Era una escritora de mucho talento y muy rigurosa,
estricta. Los textos tienen un ritmo, cada pausa, cada coma, tienen una razón de
ser, eso es muy interesante.
Carla Ulloa: Andrea contaba que
Isidora corregía más de 30 veces cada obra, eso se nota en sus diarios de
trabajo. El libro de Andrea está muy presente en tu obra
Nicolás Superby: La película y el libro coinciden mucho. Me interesaba
experimentar un nuevo formato, una especie de collage. No es solamente el relato de Isidora, porque no nos
entregaba todo lo que necesitábamos. Están los diarios de cuando ella se forma
como artista y mujer, a sus dieciséis años, y por otro lado la obra. Son los
escritos los que cuentan la historia. La Antología fue también fundamental, la
selección de textos.
Carla Ulloa: Ustedes dramatizan
obras en la película y muestran escenas de grabaciones
Nicolás Superby: Mostramos Carolina,
Población esperanza, La pérgola de las flores, Maggi ante el espejo, Los que van quedando en el camino, Lautaro y Retablo de Yumbel, esas son las que aparecen y también los
registros de las obras grabadas. Contamos con grandes actores como Claudia
Cabezas, que considero la mejor actriz en Chile. Me atrajo porque Isidora y
Claudia se parecen mucho, son de una fisonomía aparentemente frágil y con una
fuerza interior tremenda. Es un elenco potente. Todos quisieron participar. La
primera función la dedicamos a César Arredondo que falleció en el camino. Isidora
los reunía.
Carla Ulloa: Me gustó mucho la
aparición de Luis Dubó, cuando los actores están leyendo sentados el guión, en
el ensayo
Nicolás Superby: Es una de mis escenas favoritas, eso se nos ocurrió un
día antes de grabar. Quería ver las reacciones de ellos leyendo el texto.
Catalina Saavedra y Tato Dubó dicen “estamos peor que en esa época”.
Carla Ulloa: Tu película es un
tremendo aporte a la historia de las mujeres escritoras latinoamericanas del
siglo XX
Nicolás Superby: Cuando íbamos rodando descubrimos esta tremenda figura,
aparecía el Che Guevara y el recorrido por Chile durante la campaña del
presidente Allende, imágenes tan importantes para América. Además las imágenes
de pequeña, viajando en un barco, una mujer de la alta sociedad que se va
metiendo en un mundo más amplio, en la historia de América. Poco a poco
aparecen otros personajes como Manuel Rojas, luego el surrealismo. Una mujer
que pudo haberse quedado en el éxito de La
pérgola, pero da un giro, sabiendo que podría haberse vuelto rica con los
musicales los abandona.
Carla Ulloa: En la dictadura se
oficializa La pérgola, pero no tiene
nada que ver. Fue siempre una escritora que trabajó para un proyecto colectivo,
socialista
Nicolás Superby: Claro, La pérgola
quedó como un chilenismo. Pero de hecho ella está con la lucha de los obreros y
los estudiantes.
Carla Ulloa: Nicolás tu película
no toca el romance de Isidora con Roque Dalton ¿Por qué?
Nicolás Superby: Ella quería brillar con luz propia. Pero no tiene que
ver con eso. Cada una de esas historias podría ser otra película, pero nuestra
misión era contar la historia de la autora de La pérgola de las Flores, y tuvimos que tomar decisiones, dejamos
eso de lado. La única pareja de la que hablamos es su primer esposo, cuando
ella era dueña de casa y vivía en el campo y algo la empieza a corroer. Ahí
contamos la conexión entre sus intereses artísticos y cómo abandona el rol de
dueña de casa. Eso se enmarca con muchas mujeres importantes en la historia que
rompen con una vida segura. Isidora dijo yo no aguanto.
Carla Ulloa: Es muy interesante
su figura, es un feminismo artístico, entregada a lo que ella quiere hacer en
la vida
Nicolás Superby: Fue muy hábil.
Carla Ulloa: Recuerdo las
palabras de Virginia Vidal: "A Isidora, Chile la
entierra debiéndole el Premio Nacional de Literatura que habría sido menguado
reconocimiento a su vasta obra de novelista y dramaturga" y el valioso gesto
de Juan Radrigán en su discurso de obtención del premio el 2011 ¿Cómo
se explican ustedes que nunca le hayan dado el Premio Nacional?
Nicolás Superby: No me lo explico. Ella misma dijo que fue opacada por La pérgola. No sé si hubiera sido
distinto con el premio. Ahora es un momento para redescubrirla.
Ver trailer del documental
“...Puedo ser espontánea pero nunca natural. Mi naturaleza
no puede darse el lujo de mostrarse tal cual es, para eso tendría que
evolucionar mucho y me odio por no ser más sincera.
Cómo admiro esa valentía de
ser siempre verdadero... cualidad que jamás tendré.
¿Cómo pedirla con una idea tan mala de mi misma?¿Para qué mostrar nuestra imperfección?" (De Isidora, extracto de un diario de vida).
¿Cómo pedirla con una idea tan mala de mi misma?¿Para qué mostrar nuestra imperfección?" (De Isidora, extracto de un diario de vida).
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