El año 2008 el historiador Pablo Lacoste publicó
"La mujer y el vino. Emociones - vida privada - emancipación económica
(Entre el Reino de Chile y el Virreinato del Río de la Plata,
1561-1810)". Este libro de 307 páginas fisuró la idea tradicional que señalaba
que la vitivinicultura en general era una práctica masculina. A través
de estudios de caso el libro logra comprender la influencia de las
mujeres en la industria colonial y la subversión de la sujección de las mujeres...
Hasta el momento de la publicación de esta obra poco y nada se sabía del cultivo de la viña, la elaboración y comercialización de vinos y las innovaciones en la industria que realizaron las mujeres en Argentina y Chile durante el periodo colonial. A través de preguntas centrales la investigación da cuenta de los espacios de acción y de sujección de las mujeres ¿Que tenía de especial la sociedad vitivinícola para la mujer? ¿Le ofrecía alguna oportunidad especial para su desarrollo como empresaria? ¿Pudo ella realizarla? y finalmente ¿En qué medida la mujer colonial latinoamericana fue capaz de realizar estas posibilidades y ocupar un papel más destacado en el espacio comercial dentro de la sociedad vitivinícola?
Los aportes de este libro son varios, en primer lugar, se logra definir que las mujeres tuvieron presencia y acogida en el escenario vitivinícola, ya que ahí las asimetrías no eran tan pronunciadas como en las regiones americanas que apoyaban otros modos de producción (para el caso de las mujeres de élites propietarias). De mayor importancia es la elaboración de huellas biográficas de pioneras, a través de la reconstrucción que permiten las fuentes históricas, principalmente en testamentos, cartas de dote, inventarios de bienes y expedientes judiciales, todos ellos documentos inéditos relevados aquí gracias a años de investigación en distintos archivos argentinos y chilenos.
El libro se divide en cinco capítulos; el primero está dedicado a Melchora Lemos (1691-1744) empresaria innovadora que debió soportar juicios y persecución debido a su éxito económico. El segundo se centra en Tomasa Ponce de León (1703-1752) mujer transgresora perseguida debido a su determinación de administrar los bienes de su familia (privilegio que la tradición le asignaba a los hombres). El tercer capítulo aborda la historia de Andrea Corvalán (1729-1796), esclava que luchó por comprar la carta de libertad de su hijo. El cuarto capítulo analiza los anteriores centrándose en las pautas de movilidad social que proporcionaron las pulperías y viñas en la vida de 74 mujeres. El quinto capítulo se refiere a los aspectos materiales (la casa del siglo XVIII) espacios donde se arraigó la ideología de la domesticidad.
Esta notable investigación debe ser revisada y releída, sobre todo desde la historia de la mujer y la perspectiva de género (principal debilidad de la obra). La enorme contribución de la investigación hace a este libro una obra importante en la historia de las mujeres latinoamericanas, que debe ser analizada bajo nuevas ópticas teóricas. Es deseable por tanto la reedición de este texto (publicado por Caviar Bleu Editora Andina Sur, Argentina) y así una mayor circulación y discusión. A pesar de las dificultades teóricas este libro viene a poner en la mesa una visión sobre la historia colonial más amplia e inclusiva, en sintonía con el esfuerzo que diversos académicos vienen haciendo hace unas décadas, su lectura es totalmente recomendable.
Muy malo te dormis. Mal redactado muy aburrido no lo recomiendo
ResponderEliminar