domingo, 19 de abril de 2015

Reseña de “La fuerza de la presencia. En torno a la migración, la pobreza y el género” por Ana Lilia Salazar Zarco

“La fuerza de la presencia. En torno a la migración, la pobreza  y el género”Coordinado por Manuela Camus Bergareche. Universidad de Guadalajara, Colección del Centro de Estudios de Género, 2013.

Por Ana Lilia Salazar Zarco[1]

El libro es un esfuerzo académico que Manuela Camus realiza para reunir en un solo tomo y desde una perspectiva humana las experiencias de investigadores sobre al tema de la migración en relación con la pobreza y la construcción de género, lo que lo hace pieza fundamental de la colección del Centro de Estudios de Género de la Universidad de Guadalajara. Consta de seis modestos textos que presentan, con resultados serios y rigurosidad metodológica, la complejidad del fenómeno de la migración. Los artículos proponen sin pretensión universalista responder desde contextos específicos y particulares a la pregunta ¿Qué está pasando en México y Centroamérica con las personas forzadas a cambiar su cotidianidad y su mundo de vida por la esperanza de un cambio del mismo? (p. 14). 


[1] Licenciada en sociología por la Universidad Autónoma del Estado de México. Maestra y estudiante del Doctorado en Estudios Latinoamericanos de la Universidad Nacional Autónoma de México. 


En los dos primeros capítulos, realizados desde Los Ángeles California, se exponen algunas de las preocupaciones latentes sobre las consecuencias de la migración en sus sujetos (migrante). En “Hacia una perspectiva interseccional y continental de las luchas por los derechos de migrantes en Los Ángeles”  Enrique C. Ochoa y Gilda L. Ochoa hacen un llamado a seguir revisando la historia política y social de la organización de la población latina en Estados Unidos centrando la mirada en cómo los patrones neoliberales modifican las formas de inserción laboral de esta población e influyen en las lógicas comunitarias. Lo anterior es fundamental en su análisis, pues afirman que es ello lo que ha dado lugar a nuevas formas de activismo migrante, donde las identidades étnicas y de género se vuelven los ejes de lo trasnacional (p. 35). El ejemplo sobre el que construyen su tesis es la marcha del 2006 en contra de la criminalización del migrante descrita en el Acta de Protección de la Frontera, propuesta congresista 4437 de Sensenbrenner.
En el artículo “Madres mexicanas que emigran: motivos, contextos, costos y beneficios” Norma Stoltz Chinchilla y Kristine Zentgraf reflexionan acerca de la separación de padres y madres de los hijos a causa de la migración. A partir del supuesto particular de que la migración era una estrategia de sobrevivencia y/o de mejora de oportunidades para los hijos por medio del envío de remesas, la separación estaba justificada por “la posibilidad de proveer materialmente las necesidades familiares y la promesa de la eventual reunificación” (p. 41).  El imaginario de la migración, señalan las autoras, era que la ganancia económica equilibra los otros costos, psicológicos, culturales y sociales. Sin embargo, al haber un creciente en el número de mujeres que están migrando hacia Estados Unidos, solas o con sus compañeros, este fenómeno se convierte en un reto y desafío para la ideología de género donde la migración ha sido históricamente masculina. Ellas cambian las lógicas ausentistas que se habían normalizado y ahora las cuestionan, pues se involucran aun a la distancia con la calidad de vida que sus hijos tienen, lo que las ha obligado a replantearse y redefinir la maternidad. La provocación de Stoltz y Zentgraf en su artículo es que en la investigación sobre migración se vele más  porque este fenómeno, el de la maternidad, no sólo sea visible sino uno de los ejes en cualquier balance del costo-beneficio de la migración en relación con la constitución familiar y social y que se pongan énfasis en la relación maternal-filial.
Mario Alfredo Navarro Ruvalcaba en “Experiencias de los migrantes mexicanos documentados en el sistema de bienestar social” centra su preocupación en los efectos de los programas sociales y las políticas públicas sobre la vida laboral de los migrantes mexicanos en Los Ángeles, California. A partir de entrevistas semiestructuradas, Navarro hace un análisis de las descripciones de los migrantes e ilustra de esta manera “la experiencia de su transición del sistema de bienestar al mercado de trabajo, de las estrategias para sobrevivir económicamente, de los obstáculos para reincorporases al mercado de trabajo; así como de las opiniones de los participantes de los programas sociales” (p. 72). Si bien los resultados que presenta el autor a lo largo de su texto, como el mismo señala, son parte una investigación más amplia cierra mencionando que esos datos hacen alusión a la complejidad de la vida de los beneficiarios migrantes antes y después de la reforma del sistema de bienestar y hace un llamado hacer revisiones particulares y desde las diferentes características con la finalidad de dar cuenta de las afectaciones reales que el sistema de bienestar produce en la vida de los migrante y sus perspectivas futuras (p. 119).
El cuarto de los textos es un estudio de salud y género. En este documento Ivonne Vizcarra y Patricia Cruz Bello, con base en una  metodología cualitativa, interpretaron subjetivamente historias de vida de seis mujeres diabéticas mexicanas migrantes (tres de ellas radicando en Texas Estados Unidos y tres retornadas viviendo en Tonatico Estado de México). A lo largo del artículo “Diabetes, género y migración: historias de mexicanas que se fueron, se quedaron y regresaron” las investigadoras exploraran los efectos del factor de riesgo de salud no clínicos como la diabetes en la construcción del género (el ser mujer) y en el proceso de migración (p. 123). Al final invitan a que las investigaciones de salud y género no se vean unilateralmente y proponen que los datos no deben ser aislados ni separados, ni lo cualitativo de lo fisiológico, ni los factores de riesgo de lo biológico, ni lo clínico de lo no clínico, pues, con respecto a la diabetes en este caso, señalan que “las definiciones en tanto que significados y valores que se le asigna [a la enfermedad] como enfermedad crónica degenerativa tienen una carga subjetiva construida según el género, clase, étnica y edad, en la experiencia de la vida cotidiana de las personas y las familias” (p. 145) que en situación de migración altera o influye los cambios socioculturales de los sujetos.
Los últimos dos trabajos del libro contienen una mirada desde los países de origen de los migrantes. Patricia Arias en “Una agenda particular: los motivos femeninos de la migración” dilucida sobre las aspiraciones que incitan a las mujeres principalmente rurales en América Latina, específicamente las mexicanas, a dejar sus hogares y arriesgarse a cruzar fronteras. Afirma que aunado a la posibilidad de la mejora de la calidad de vida de ellas y sus familias, hijos y padres-madres principalmente, está también la necesidad de considerarse autosuficientes. La hipótesis contingente al final es muy provocativa y cruda señala Manuela Camus, puesto que, en ella afirma que “La agenda particular de las mujeres para migrar, su voluntad por romper su situación de subordinación en la pareja, la familia, la comunidad, refleja el resquebrajamiento de los modelos mesoamericanos y rancheros de reproducción social, que suponen un control jerárquico y de relaciones de género profundamente desiguales para ellas” (p.17-18; 174). Arias nos invita a ver y estudiar la migración rural femenina como estrategia que les permite a estas mujeres adquirir la capacidad de romper las lógicas de subordinación patriarcal y las violencias estructurales de la vida doméstica.
Manuela Camus Bergareche cierra esta compilación de reflexiones acerca de la migración con el artículo “Desigualdad y violencia en las comunidades en movimientos”.  El documento tiene como núcleo de análisis al sujeto colectivo de comunidad indígena de Guatemala y los retos que enfrenta ante fenómenos como la migración y la globalización (p. 18). La información que presentan es parte de la investigación que realizó en el Departamento de Huehuetenango entre 2004 y 2007 titulada “Comunidades en movimiento”. De las conclusiones más relevantes del estudio destaca que una de las motivaciones más importantes de migración por parte de los sujetos de estas comunidades es la de re-capitalizarse cuya finalidad es retornar e impulsar la producción agrícola (Ricardo Falla denomina a esta migración de retorno y/o circular y/o pendular). En el texto la antropóloga va argumentado como “este esfuerzo tiene para muchos un sentido de regreso al modelo de autosubsistencia agrícola a través de la inversión en tierras y ganado, lo que sería un proceso de recampesinización por proletarización a distancia” (p. 198) pero que tal objetivo es frenado por el alto costo que implica el migrar. Problematiza esta dinámica cuando presenta al endeudamiento como la dificultad de esta autocapitalización para el “desarrollo”, que aun con el apoyo de las remesases inevitable indica.
En 208 páginas Manuela Camus reúne una serie de reflexiones y descripciones de la realidad migrante que nos invitan a mirar este fenómeno desde una visión crítica interseccional y más allá de los estándares de la calidad de vida por un lado y, por el otro, nos incitan a mirar desde otros lugares y prestar una mayor atención a las motivaciones subjetivas, reflexionarlas y hacer de ese conocimiento pilar en la investigación social en general y no sólo de migración, pobreza y género aunque estas temáticas sean los ejes del libro.


Sobre la coordinadora: Manuela Camus Bergareche es una antropóloga guatemalteca doctorada por CIESAS-Occidente que actualmente es parte del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades como profesora investigadora en el Centro de Estudios de Género de la Universidad de Guadalajara con el proyecto de Investigación “Vivir en el coto: cotidianeidad, género y violencia”. Entre sus publicaciones están “Respuestas de las mujeres indígenas guatemaltecas a la migración a los Estados Unidos”, en Ninna Nyberg, Sara María Lara, et al., Las mujeres indígenas de América Latina en los procesos migratorios, Instituto Interamericano de Derechos Humanos, San José, Costa Rica, 2009, pp. 163-191. “La sorpresita del Norte. Migración internacional y comunidad en Huehuetenango”, Centro de Documentación de la Frontera Occidental de Guatemala, Guatemala: Junajpu, 2008. (ed.) Comunidades en movimiento. La migración internacional en el norte de Huehuetenango, Guatemala, Instituto Centroamericano de Desarrollo y Estudios Sociales, 2007. Y El movimiento maya en perspectiva: Texto para reflexión y debate, Manuela Camus y Santiago Bastos, Guatemala, FLACSO, 2003.

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